Hoy caminas las baldosas grietas
Claudicante, insegura,
Apoyándote, … quizás.
Transportada en el tiempo
Tu belleza resurge
En tu rostro enmarcado
De sonrisa y miel.
Niña, mujer, fruta madura
Sumas que el tiempo no pueden borrar…
Tus surcos sembrando hilos de plata,
Decoran los labios
De cereza y carmín
Iluminando el alma de ojos esmeralda!
Te admira el futuro…
Envidia tu placidez, tu calma, tu saber
Atraviesas como cortando el viento,
Desde ayer,
Lenta,
Llena de amor…
Sentimientos.
Eres una escena breve, sutil,
Frente la cámara lenta
De la retina infantil…
Que te ha de observar y grabar
¡y por ese minuto
Querer y cuidar!
Mujer de Ayer,
Belleza perenne…
Tu sangre mezclada
De gringos y mar
Te hacen diferente,
Y se revelan tus raíces,
En esta Tierra latente!
A Lyda Nené Vignolles, Profesora del Alma
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